El himno hace mención a la Santísima Virgen de la Esperanza, pero sin olvidar a su hijo, el Cristo del Gran Poder.
Ya queda poco para que la Reina de San Antón y de Alicante recorra las calles de su ciudad coronada, repartiendo esperanza como sólo ella y sus devotos saben.

Madre de la Esperanza,
Reina de Misericordia,
muéstranos al Gran Poder
para llegar a la gloria.
Es tu capilla refugio
del que llora y te aclama
como Madre y protectora
porque tiene rota el alma.
Madre de la Esperanza,
Reina de Misericordia,
muéstranos al Gran Poder
para llegar a la gloria.
Siempre se encuentra en tu mano
un pañielo de esperanza
para enjuagarle las lágrimas
a quien tu ayuda reclama.
Madre de la Esperanza,
Reina de Misericordia,
muéstranos al Gran Poder
para llegar a la gloria.
El gran poder de tu Hijo:
misericordia y perdón,
enséñanos a escucharle
a ser fieles a su amor.
Madre de la Esperanza,
Reina de Misericordia,
muéstranos al Gran Poder
para llegar a la gloria.
Reina de Misericordia,
muéstranos al Gran Poder
para llegar a la gloria.
Es tu capilla refugio
del que llora y te aclama
como Madre y protectora
porque tiene rota el alma.
Madre de la Esperanza,
Reina de Misericordia,
muéstranos al Gran Poder
para llegar a la gloria.
Siempre se encuentra en tu mano
un pañielo de esperanza
para enjuagarle las lágrimas
a quien tu ayuda reclama.
Madre de la Esperanza,
Reina de Misericordia,
muéstranos al Gran Poder
para llegar a la gloria.
El gran poder de tu Hijo:
misericordia y perdón,
enséñanos a escucharle
a ser fieles a su amor.
Madre de la Esperanza,
Reina de Misericordia,
muéstranos al Gran Poder
para llegar a la gloria.